¿JUZGAMOS A LAS PERSONAS ANTES DE CONOCERLAS? EFECTO HALO
- psicobiosocial_
- 11 sept 2020
- 2 Min. de lectura
¿Alguna vez has conocido a una persona nueva y sin que esta te haya hecho algo malo, te cae mal automáticamente? Si ha sido así, aquí te explicamos porque ocurre esto.

En 1920 Edward Thorndike Psicólogo y Pedagogo estadounidense, acuño el término ‘‘Efecto Halo‘‘ en un artículo que publicó sobre ‘‘El error constante en la calificación psicológica‘‘.
En su investigación Thorndike estudió la tendencia de los oficiales en el ejercito para atribuir opiniones y calificaciones positivas o negativas de sus superiores. Cuando los oficiales descubrían una única característica que les resultaba satisfactoria sobre su superiores tendían a tener una buena perspectiva sobre esa persona, pero cuando esa primer característica resultaba negativa aunque hubiera sido esa la única característica que percibieron, los valoraban generalmente de forma negativa.
Lo que Thorndike creía era que este efecto se produce porque los seres humanos carecemos de la capacidad de separar un atributo aislado que tiene un gran impacto emocional en nuestra visión global de un individuo. Supongamos que al conocer a una persona, su forma de vestir te genera desagrado y sin conocer más que aquella primera impresión, se crea una opinión negativa que se generaliza en todos los aspectos y no te provoca interés conocerlo más a fondo, siendo el primer atributo percibido el que genero el impacto el resto de las características pasan a segundo plano.
Solomon Asch consideraba que el efecto halo era producido por una disonancia cognitiva en la cual no se pueden romper la congruencia entre la emoción, comportamiento y creencias. Si la primera impresión que se recibe de una persona es positiva se le va a generalizar positivamente o negativamente de ser el caso contrario.
Por eso se considera que el efecto halo esta vinculado a las primeras impresiones que se tengan sobre una persona y de cómo dependerá el trato que se le vaya a dar.
Un ejemplo sobre este efecto es el caso de Cleopatra la última gobernante del Antiguo Egipto, por 20 años aproximadamente reino siendo una conquistadora nata, admirada por su gran belleza, provocaba que todos los hombres cayeran ante sus pies, aunque las imágenes y esculturas distan mucho de la Cleopratra que se nos presenta en las películas que conocemos, pero seguramente su belleza, su voz y su encanto radicaba en la gran personalidad que la caracterizaba, siendo esto lo que provocaba que la primer impresión que le causaba a todo aquel que la conocía era generalmente positiva.
Ahora si lo generalizamos podemos observar que se aplica el efecto halo en todo nuestro entorno, con nuestros compañeros de escuela o trabajo, jefes, maestros, en la política, en el marketing, cine, series, música, en los lugares que visitamos, en las tiendas donde realizas las compras, etc.
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